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LA VERNA ASSISI POGGIO BUSTONE, Camino de San Francisco de Asis

17 de Junio de 2010

Mensaje  Mendizale Dom Jun 27, 2010

Maese Mochilero:

Con gran contento recibimos las vuestras palabras. Ya veo que están garabateadas deprisa y corriendo; y con cierta inquietud. A buen seguro el antro aquél estaría repleto de bellacos y follones, de casta bozal, gente fementida y de frontera, gente vil harta de ajos desde la cuna, pues si hubieran sido varones de bien, sabrían que a hombres extranjeros hay que contentarlos y hacerles buen tratamiento. Hicisteis bien, mejor eludir a tales gentes, que aunque son poca cosa para caballeros como vuesas mercedes, su contacto, siempre, deja lamparones y envilece.
Mas, por vuestra misiva, advertimos que no os habéis extraviado por esas sombrías fragas, sino tan sólo habéis perdido ese artilugio del averno con el que decís, entre otras maravillas y mágicos prodigios, se puede hablar a distancia. Una verdadera lástima esa de veros privado de una herramienta tan valiosa por lo eficaz; mas, si ya no os va a ser de utilidad ni provecho, ¡así se les atragante a los poderes de las tinieblas que lo engendraron!.
Tan sólo cuatro palabras vuestras han puesto un punto de inquietud en nuestras ánimas cuando, refiriéndoos a las lluvias que acabaron con ese diabólico instrumento, decís que a poco también acaba con la vida de vuesas mercedes. ¿Es que no habéis podido hurtar el cuerpo a los aguaceros?, o, ¿quizás habéis tenido que exponeros al cruzar las aguas de violentas y traidoras torrenteras?.
¡Ah, qué aventura la vuestra!, ¡qué gesta!. Pero así se ganan los laureles del triunfo, que, como se diz, no se debe la palma al que duerme en blanda pluma o mullida lana, sino al que con sangre, sudor y hierro la conquista.
Alzo mi copa por vos y vuestros dos magníficos compañeros.

Pasta y vino blanco. Buena combinación, pues son viandas de mucho mantenimiento, livianas y de fácil digestión. Y buena mudanza en las vuestras costumbres alimenticias, que es bueno para los caminantes el mudar los manjares, y aun hacer el comer y el beber a otras horas que solían. Y puestos en consejo, seguid el de mi médico: no uséis de muchas frutas ni verduras, salvo si hace mucha calor, porque causan hinchazón de vientre, son de poca sustancia y con el ajetreo del camino se corrompen y crean serosidades ácidas. Y no comáis tampoco alcaparras ni aceitunas, pues causan sed. Y cuando la sed os abrase, bebed vino o vinagre muy aguados y sabed también que es bueno comáis cebolla cocida y regada con abundante vinagre, que defienden de los daños que se podrían seguir de aires venenosos y ayudan a su desahucio, y aun hacen otros muchos provechos.
¿Sabéis que mi menda, que nunca ha sido bebedor de vino que no fuese más cárdeno que los moratones que nos dejan las escaramuzas por esos montes de Dios, estoyme aficionando a poner en mi copa, de vez en cuando, alguno de esos caldos güeros, pajizos o ambarinos?. Y, voto a bríos, que he de reconocer que muchos dellos son tan dignos como los tintos, y que hasta con alguno, merecería la pena “perder el oremus”. Ya veis que hasta nuestro hacedor de mejunjes, maese Paquiño de Valencia del Cid y del Miño y del Picu, lo alaba, y él mismo lo trasiega con esmero siempre que se tercia; luego, no ha de ser dañoso ni molesto, aunque algunos hay, como Avicena, que dicen que los vinos más conformes y ajustados para los que somos viejos en años, han de ser añejos y tintos, y si proceden de sarmientos nacidos de cepas muy viejas, miel sobre hojuelas, que se suele decir.

Por estos lares, ¡ay, amigos!, la novedad es que no hay nuevas; todo sigue igual, si no a peor, como, de creer al médico, mi excesiva sensibilidad a los pólenes de ciertas plantas, que desde ya más de dos largos meses me traen de cabeza, no me dejan ver de los mis ojos y me asfixian el aire. Y ello me fatiga grandemente, me atormenta y me amurria en exceso. Mas lo tal, como ya sabéis, en mí no es cosa rara. Tiempos vendrán mejores.

Amigos, cuidaos mucho, para que cuando volváis, hechos unos tarzanes o unos santines, volváis con bien.

Recibid todos, vos y Paco Gran y Fancesc, un fuerte abrazo de Mendizale.

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